Ático prefabricado en construcciones antiguas

ático prefabricado

Un ático es una de esas viviendas soñadas por casi todos. Espacio, altura, vistas privilegiadas… Sin embargo, durante años el techo de los edificios se ha infrautilizado. Pero eso puede arreglarse; aún pueden aprovecharse las azoteas de los edificios antiguos para hacerlos crecer con áticos prefabricados. Lo cuenta el blog de Anida y es una propuesta que puede beneficiar al titular de los derechos de vuelo, al hipotético inquilino y a la comunidad de vecinos.

El proceso comienza con la localización de edificios que permitan, legal y arquitectónicamente, una ampliación vertical. Lo segundo es ponerse en contacto con los propietarios, a los que realizan una oferta de compra del derecho de vuelo (construcción vertical) que contempla dos maneras de retribución. Por un lado, el valor de la venta, que se repartiría proporcionalmente entre los vecinos. Por otro, la rehabilitación por cuenta de la empresa de las zonas comunes (ascensores, escaleras, fachadas, accesos…) para adaptar la nueva azotea cumpliendo con todos los requisitos de la Inspección Técnica de Edificios.

Si la comunidad aprueba la instalación, comienzan las obras con el vaciado de la cubierta antigua, al tiempo que en un taller se inicia la construcción del ático. El peso de la instalación no pone en riesgo la estructura del edificio. La empresa estima que las nuevas plantas, generalmente una o dos, tienen un peso aproximado de 300kg/m2, mientras que los elementos retirados oscilan entre los 900 y 1.000 kg/m2. No se necesitan, por lo tanto, obras de consolidación ya que el peso añadido es inferior al eliminado.

En un máximo de 4 meses la azotea y el ático están preparados. Un camión traslada el módulo hasta el edificio y una gran grúa lo ubica en el tejado. La operación ocupa unas 12 horas. En las semanas siguientes se realizan los últimos acabados, los pavimentos, las pinturas y las cubiertas ajardinadas.

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