La construcción modular esté evolucionando firmemente de la mano de la eficiencia energética.
Es habitual en la construcción modular, por la propia modernidad del sistema constructivo, que vaya acompañada de buenas cualidades como es el caso de la eficiencia energética. Es por esto que el binomio construcción modular y Passivhaus van muy ligados de la mano.
En este blog hemos enumerado varias veces los beneficios de un sistema de construcción modular. También sobre la importancia de que estas construcciones sean eficientes energéticamente, sobre todo en el caso de oficinas y viviendas. Pese a todo, existen muchos mitos sobre las casas pasivas que hay que desterrar.
Como ocurre con otras muchas innovaciones en el sector de la construcción, el estándar Passivhaus está rodeado de falsos mitos que impiden que su implantación prolifere y el interés por apostar por este tipo de edificaciones no avance tanto como debería.
Cinco falsos mitos y perjuicios que se ciernen sobre las casas pasivas:
- Son sinónimo de un buen aislamiento. Una Passivhaus es mucho más que aislamiento térmico: carpinterías de altas prestaciones, ventilación controlada con recuperación de calor, estanqueidad del aire o ausencia de puentes térmicos.
- No se necesita calefacción ni aire acondicionado. Es cierto que, si cumple con todas las exigencias del estándar, no necesitará acondicionamiento térmico extra la mayor parte del año. Sin embargo, en un clima como el mediterráneo, será necesario un poco de ayuda. Eso sí, será suficiente con equipos de poca potencia.
- Es muy cara. Las construcciones Passivhaus son aproximadamente un 10% más caras que las tracionales. No obstante, su gasto energético es un 80% inferior -lo que supondrán un importante ahorro anual- y tiene menos costes de mantenimiento, ya que utiliza materiales de mayor calidad y no tiene problemas de condensación o moho, principales causantes de los daños en los edificios tradicionales.
- España no está preparada para este estándar. Se incide en la idea de que no es adecuado para un clima mediterráneo porque se trata de una edificación que proviene originariamente de zonas frías. Sin embargo, hace casi 30 años que se construyó la primera casa pasiva y, desde entonces, ya se han levantado miles de edificios en diferentes partes del mundo, algunas de ellas con climas más severos que el de España. Por tanto, se trata de un estándar de construcción rigurosamente probado y verificado, que n utiliza tecnología nueva ni complicada.
- No es posible para rehabilitaciones. El estándar Passivhaus también puede utilizarse en rehabilitación. De hecho, esta certificación tiene su propio nombre: Enerphit. Es aplicable tanto en rehabilitaciones integrales de edificios de viviendas, como en reformas de pisos dentro de un bloque de inmuebles plurifamiliar. Aunque utiliza varios componentes Passivhaus, habrá otros criterios, como la orientación, que no cumplirá.
Sin comentarios